
El padre de Ramón Miralles comenzó a criar vacas hace 50 años y a vender la leche a las centrales. Hace cuatro años que sus hijos decidieron que había llegado el momento de cambiar el chip y de darle un giro al negocio. «Comenzamos a elaborar nuestros quesos e instalamos máquinas expendedoras de leche fresca en varios puntos de Elche», señala Miralles. La fórmula ha funcionado y un negocio abocado al cierre se ha convertido en una empresa que ahora genera empleo y que ha recibido varias distinciones. «Siempre ocurre lo mismo, trabajas mucho para que el beneficio se lo queden otros. De esta manera hemos cerrado el círculo y ponemos en valor lo que hacemos», explica Miralles. Para este ganadero, el campo está cobrando auge en los últimos años «porque el resto de sectores están mal, pero hacen falta ayudas porque innovar es muy caro».