To eat or not to eat – Encuentro en Hungria

Buenas a todos

Aqui os adjuntamos el diario del encuentro que se realizao en hungria dentro del proyecto To eat or not to eat que la orgnaización esta realizando.

Ideas, aventuras, aprendizaje, talleres, actividades, etc, todo lo que nuestras compañeras vivieron.

 

TO EAT OR NOT TO EAT      

Gardony. Hungría. 30/04/14 – 4/05/14

Participante: Lorena Arcos Palacios

 

He aprendido

Los usos del saúco y del carrizo en Hungría.

El funcionamiento de las familias de abejas.

El cultivo de fresas en clima continental.

El folclore húngaro: canciones y bailes.

Que el clima no es tan duro como pensaba; de hecho es bastante parecido al del norte de España.

 

Hemos hecho

Taller de pancakes: con la masa ya hecha una persona de cada organización fue a la cocina y echó un poco de masa en la sartén y la cocinó hasta conseguir una especie de crepe (que más tarde nos comimos con mermelada).

Taller de especias y mermeladas: con el olfato y el gusto tuvimos que reconocer las diferentes plantas aromáticas utilizadas en la cocina húngara que estaban secas y guardadas en tarros de cristal. También se hizo lo mismo pero probando las mermeladas. Luego anotamos todo en un papel para que nos lo corrigieran las lugareñas. Aunque no se dieron los resultados correctos.

Visita a granja ecológica: visita por los aledaños de la finca y a la zona de producción de miel, dentro de la casa.

Taller de queso: la chica nos explicó oralmente cómo hacía el queso, degustamos los diferentes quesos que hacía, ya que estaba comenzando en el negocio. Luego nos dieron un trozo de queso fresco que tuvimos que trocear y meter en un tarro con aceite y olivas sin hueso (nos llevamos el tarro a casa).

Taller de saúco: una productora ecológica de mermelada de saúco nos explicó cómo la hacía y luego nos explicó cómo hacer un almíbar donde macerar flores de saúco y limones para hacer el sirope de saúco. Tras las explicaciones estuvimos cortando limones en rodajas y echándolas junto con las flores de saúco en el almíbar. Se removió y se dejó macerar hasta el siguiente día que se probó.

Visita a bodega: nos explicaron cómo hacían el vino y degustamos pálinka y luego pasamos a una sala donde nos colocaron en una gran mesa para cenar a la vez que degustábamos 5 tipos diferentes de vino.

Visita a finca de fresas: nos explicaron cómo producían las fresas y los cultivos rotativos tras el aprovechamiento del fresal. También nos explicaron cómo las comercializaban. Compramos fresas para el taller de mermelada.

Taller de mermelada: se trocearon las fresas compradas en la finca y se pusieron a cocer junto con el azúcar. Tras unas 2 horas cociendo y removiendo se embotó (nos llevamos un tarrito de mermelada a casa).

Taller de decoración de galletas: la encargada de este taller llevó galletas hechas y cada uno cogimos 4. Hicimos una mezcla de clara de huevo, limón y azúcar glass, la metimos en una bolsita usada como manga pastelera y decoramos las galletas. Por encima.

Evaluación: cada grupo se presentó y luego estuvimos rellenando los cuestionarios de evaluación.

 

Lo más significativo

La hospitalidad húngara, cuando se trata de grupos organizados.

La organización y el cumplimiento de los horarios.

Los dulces

La utilización de la madera para todo tipo de construcciones y aperos. Para ello la cultivan.

El aprovechamiento de todos los materiales orgánicos, ya que cada zona ajardinada municipal está acolchada con restos orgánicos triturados.

 

Nuevas ideas

-Comercialización de productos locales mediante ventas menores (las mujeres del coro “vendían” las mermeladas que elaboraban mediante la venta de tikets para verlas cantar y regalaban un tarro de mermelada.)

-Para conocer y calcular la producción de miel se coloca una colmena sobre una romana y cada día se anota la variación de peso.

-Creación de charcas naturales colocando un lecho de arcillas, para abrevadero del ganado.

-Utilizar el carrizo para hacer un entramado y colocarlo de capa para tejados de chozas.

-Creación de una empresa de producción de fresas.

 

Resumen en general del encuentro

El primer día nos llevaron a dar una vuelta por Gardony montados en coches de caballos hasta llegar a una especie de área recreativa municipal donde nos recibió un coro de mujeres cantando canciones folclóricas. Luego el Alcalde nos dio la bienvenida y fuimos al comedor donde hicimos dos actividades con las mujeres del coro y los músicos: una de cocinar unas pancakes típicas húngaras y otra la de reconocer hierbas, especias y mermeladas mediante el olfato y el gusto.

Tras la comida, preparada por el grupo de música folclórica, estuvimos tocando, cantando y bailando todos juntos hasta que nos despedimos para ir a visitar una granja ecológica cercana. Allí, el dueño nos mostró una estación de anillamiento, la sostenibilidad en el uso de los prados donde pastan sus reses y las plantas y animales que forman parte de su ecosistema rural. Nos mostró su explotación melífera y la producción de compost.

Tras la jornada organizada fuimos a dar una vuelta por la feria de productos tradicionales húngaros que se celebraba a la vez que el encuentro, donde pudimos degustar quesos, licores, dulces y comidas típicas. También estuvimos viendo diferentes conciertos de música húngara de diferentes estilos.

El segundo día conocimos  Chesnut Garden, donde acudimos para hacer dos talleres: un taller de degustación-aliño de quesos y otro de elaboración de sirope de saúco. Durante la mañana pudimos conocer el lugar que es como una especie de centro social autogestionado con diferentes espacios para compartir, como: sala de lactancia, sala de esoterismo, sala de meditación, sala de juegos…y también donde la gente acude para hacer manualidades, jugar, bailar, coser, compartir conocimientos, etc.

Fuimos a comer a un restaurante típico (gulash) y en el tiempo libre que tuvimos tras la comida intentamos visitar la fábrica local de palinka, cosa que no pudimos hacer, pues no hablaban inglés en las visitas guiadas turísticas y tampoco dejaban traducir. Por la tarde fuimos a visitar una bodega donde hicimos una cata de 5 vinos y nos dieron de cenar.

El tercer día fuimos por la mañana a visitar una finca de producción local de fresas y allí compramos 20 kilos para elaborar mermelada con ellas. Tras la visita fuimos a Chesnut Garden y allí se hizo el taller de mermelada simultáneamente al taller de decoración de galletas. Luego nos prepararon un pic-nic y comimos allí mismo. Tras la comida tuvimos un poco de tiempo libre para hacer unas compras en la feria y luego fuimos al hotel para hacer la evaluación. Abrimos la evaluación del proyecto con una breve presentación de cada organización y luego estuvimos rellenando los cuestionarios que nos pasaron. Al terminar cenamos en el hotel, recogimos y nos despedimos.

 

Experiencia personal

Personalmente ha sido una experiencia muy positiva, pues he desconectado de la rutina y creo que he logrado aprovechar al máximo el tiempo que teníamos en nuestras manos para conocer la cultura húngara, para saber cómo funcionan allí, para entender las cosas de cada día y sobre todo para disfrutar de cada detalle y aprender. También me ha hecho bien relacionarme con diferentes personas y aprender de ellas.

Por otro lado, en lo que respecta al proyecto, me parece muy interesante, pues en poco tiempo te puedes hacer una idea general del país y sus costumbres, aunque he encontrado que las actividades que hemos hecho han sido muy poco contundentes, ya que casi en todas hacíamos una pequeña parte del proceso. Entiendo que para hacer este tipo de actividades con un grupo tan numeroso sea difícil, pero a mí se me ha quedado corto.

De hecho, en algunas actividades teníamos que esperar muchísimo para que nos tocara hacerlas o incluso a veces se acababan los recursos para todos.

En lo que respecta a los talleres no es que haya aprendido gran cosa. Me hubiera gustado, por ejemplo, hacer queso desde la leche hasta el final o haber hecho alguna comida típica, o haber elaborado nosotros las galletas, haberlas horneado…y al final decorarlas.

También he echado de menos que nos hayan llevado a una finca de producción de hortalizas, ya que forma parte de la base alimentaria húngara, pero sin embargo no hemos tocado nada de agricultura.

A pesar de que casi no he tenido problemas de entendimiento con el inglés, creo que la diferencia de idioma es una barrera para no entender al 100% la cultura de un país, puesto que los húngaros no sabían inglés y el resto de participantes (salvando a los traductores) tampoco y a veces no hemos podido hacer lo que teníamos pensado o no hemos podido preguntar a los lugareños dudas cuando los traductores estaban ocupados, o entendernos con el personal del hotel, o relacionarnos con otros participantes…

 

 

 

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