To eat or not To eat – Traditional homemade ice-cream

People have been making ice cream far longer than the invention of electricity so there’s no reason you can’t make ice cream and sorbets at home without a machine.

The advantage to using an electric or hand-cranked machine is that the final result will be smoother and creamier. Freezing anything from liquid-to-solid means you’re creating hard ice crystals, so if you’re making it by hand, as your ice cream or sorbet mixture freezes, you want to break up those ice crystals as much as possible so your final results are as smooth and creamy as possible.

Preparation

  1. Prepare your ice cream mixture, then chill it over an ice bath.
  2. Put a deep baking dish, or bowl made of plastic, stainless steel or something durable in the freezer, and pour your custard mixture into it.
  3. After forty-five minutes, open the door and check it. As it starts to freeze near the edges, remove it from the freezer and stir it vigorously with a spatula or whisk. Really beat it up and break up any frozen sections. Return to freezer.
  4. Continue to check the mixture every 30 minutes, stirring vigorously as it’s freezing. If you have one, you can use a hand-held mixer for best results, or use a stick-blender or hand-held mixer. But since we’re going low-tech here, you can also use just a spatula or a sturdy whisk along with some modest physical effort.
  5. Keep checking periodically and stirring while it freezes (by hand or with the electric mixer) until the ice cream is frozen. It will likely take 2-3 hours to be ready.
  6. Transfer the ice cream to a covered storage container until ready to serve.

 

 

 

 

To eat or not To ear – Consume Local

consume local

CONSUME LOCAL  es una campaña  dirigida a todos nosotros como consumidores/as que busca la reflexión critica  sobre nuestros actos de consumo, las consecuencias sociales y ambientales de estos  y la necesidad  de promover un cambio que debe partir fundamentalmente del consumo local y  en el comercio local.

Que defendemos. ¿Por qué consumir local?

tomateDefendemos el comercio y los mercados locales por que es la opción de consumo mas justa, solidaria y ecológica. A modo de resumen defendemos los mercados locales:

  • Por las  ventajas ambientales como son la reducción de la emisión de gases de efecto invernadero, el menor consumo de energía y una menor contaminación (como dato cabe recordar que la principal industria contaminante a escala europea es la alimentaría).
  • Porque dan vida anuestros barrios, fortalecen las relaciones comunitarias y  potencian el conocimiento directo entre productores, elaboradores, comerciantes y consumidores.
  • Porque crean  más empleo local y más diverso. También crean más economía local (por cada euro que se invierte en estos sistemas se llegan a generar más del doble de cesta con paningresos locales que en el sistema estandar)
  • Porque suponen una de las pocas salidas para un sector agrario en crisis desde hace años y abandonado al enorme poder que ostenta la industria y la distribución. Los mercados locales son herramientas que facilitan que nuestra agricultura sea  rentable. La viabilidad de las actividades agrarias es clave para el mantenimiento de un medio rural vivo. Y el medio rural es importante tanto para los que viven en él y como para los que no.
  • Evitamos el monopolio de las grandes superficies y marcas. Cada vez más, un pequeño grupo de corporaciones  tienen más poder con  la consiguiente pérdida de libertad de todos/as
  • Para frenar, en el caso de los alimentos, la alarmante pérdida de biodiversidad agrícola y de espacios agroambientales.
  • Porque son mas transparentes sobre los costes y circuitos de los productos y permiten elegir responsablemente. La alimentación  globalizada se convierte en opaca, y es casi berenjenaimposible para el consumidor trazar los circuitos por los que han pasado los productos.

La campaña busca a atraer al consumidor al comercio local desde  una reflexión ética sobre nuestro modelo de consumo y emplaza al comercio local a actuar en consecuencia potenciando los productos locales, la transparencia y la información sobre la procedencia de los productos.

To eat or not To eat – Beneficios de los cítricos más allá de su poder antigripal

Naranjas, mandarinas, limones y pomelos son útiles para combatir el insomnio, mejorar el humor o reducir el estrés

 

Beneficios de los cítricos más allá de su poder antigripal

Beneficios de los cítricos más allá de su poder antigripal

Todos sabemos, o hemos oído hablar en más de una ocasión, de los beneficios de tomar un zumo de naranja recién exprimido por las mañanas y del poder de los cítricos a la hora de ayudarnos a combatir los resfriados por su gran concentración de vitamina C, pero lo cierto es que, además de todo esto, los cítricos tienen muchos más beneficios, ya no solo para la salud sino para el bienestar general y para la belleza, y que quizá no son tan conocidos.

Para combatir el insomnio, para mejorar el humor, reducir el estrés, combatir los síndromes postvacacionales, potenciar la visión, eliminar toxinas, adelgazar, aliviar dolores de cabeza,? «Los cítricos son una mina inagotable de propiedades 100% naturales que son capaces de mejorar de forma muy importante nuestra salud y nuestra calidad de vida y que van mucho más allá de sus beneficios para prevenir y curar un resfriado», destaca Luis Serra, agricultor de vocación y tradición familiar y responsable de la empresa LaMejorNaranja.com.

Estos son algunos de los beneficios saludables que podemos obtener gracias no solo a las naranjas, sino también a las mandarinas, los limones o los pomelos.

La mandarina para cuidar y tonificar la piel
Además de ayudarnos a prevenir los catarros y resfriados, la vitamina C es un nutriente muy importante para cuidar la piel y concretamente la mandarina tiene interesantes beneficios cosméticos y medicinales.
La mandarina, ya no solo ingerida sino utilizada como base de una mascarilla casera y 100% natural, nos puede ayudar a corregir las alteraciones que sufre la piel con el paso de los años, a tratar irritaciones, a tonificar el cutis, a eliminar impurezas y a mejorar la circulación. ¿Quieres saber cómo preparar fácilmente una mascarilla natural a base de mandarina?

Naranjas para reducir el estrés
Aunque su beneficio más popular es el refuerzo de vitamina C para ayudarnos a combatir las gripes y resfriados durante el invierno, la naranja es fuente de otras sustancias y propiedades como el calcio, el magnesio, el hierro, sales minerales, etc., que nos pueden ayudar, entre otras muchas cosas, a reducir el estrés, a potenciar la visión, a fortalecer nuestros huesos y a mejorar nuestro tránsito intestinal.

Asimismo, gracias a los ácidos cítricos y a sus sales minerales, la naranja también es capaz de mejorar nuestro humor. «Otro de los beneficios de tomar un zumo por la mañana», apunta Luis Serra.

Limón contra los síndromes postvacacionales
Si bien las propiedades del limón a la hora de combatir diversas enfermedades y ayudarnos a adelgazar pueden ser más conocidas a nivel general, quizá no lo sea tanto el hecho de que este cítrico ofrece también beneficios a la hora de tratar la depresión, la ansiedad, la apatía o la falta de concentración que caracteriza, por ejemplo, a los síndromes postvacacionales.

«El limón puede ayudarnos a solucionar rápidamente este tipo de vaivenes emocionales tan frecuentes en la sociedad actual», explica Luis Serra, que añade que lo ideal es «tomar una infusión a base de limón por la mañana, aproximadamente 20 minutos antes de desayunar».

Hojas de naranjo contra el insomnio
Mientras que el zumo de naranja conviene tomarlo por la mañana, porque por las noches puede dificultarnos la digestión y el sueño, las hojas de naranjo (hervidas y tomadas en infusión) tienen propiedades sedantes y un gran poder para favorecer la relajación de mente y cuerpo y ayudarnos a dormir mejor.

«Asimismo, las hojas de naranjo también pueden ayudarnos a tratar problemas de índole digestiva, a bajar la fiebre o calmar dolores de cabeza provocados por el estrés», destaca Serra.

El pomelo para eliminar toxinas
El pomelo, quizá el más desconocido entre los cítricos, tiene grandes propiedades depurativas y es ideal para ayudarnos a eliminar las toxinas del organismo. Pero sus beneficios no acaban ahí ni mucho menos: «el pomelo también puede ayudarnos a prevenir la anemia, a bajar los niveles de colesterol o azúcar, a disminuir la hipertensión y tiene también propiedades antisépticas», añade Luis Serra, de la MejorNaranja.com.

To eat or not To eat – No hay agricultura sin agricultores. ¡Salvemos a los productores de los intermediarios!

Reiterar la necesidad de consumir productos locales, en comercio de proximidad o mediante grupos de consumo, evitando comprar en las grandes cadenas de distribución alimentaria no es una manía de ecologistas obsesionados con las corporaciones. El proceso de liberalización vivido en las últimas décadas ha supuesto un creciente proceso de concentración empresarial a lo largo de toda la cadena del sistema alimentario, pero de forma especialmente sensible en la distribución condicionando lo que se produce y consume a través de sus políticas de compras a proveedores y de precios de venta al consumidor.

En España esto se traduce en que sólo tres cadenas de distribución alimentaria (Carrefour, Mercadona y Eroski) deciden la mitad de lo que comemos y los precios que pagamos por los alimentos. Las organizaciones agrarias y de consumidores de forma concertada llevan años realizando el Índice de Precios en Origen y Destino de los Alimentos (IPOD), como forma de denunciar el diferencial entre lo que se paga a los productores y lo que pagan los consumidores por los productos, evidenciando los tremendos márgenes de beneficio de estas empresas. En el último IPOD de julio de 2012 algunos productos como el plátano multiplicaban un 1.550% su precio, el repollo un 625%, la cebolla un 556%…

Estos injustificables márgenes de beneficio contrastan con los precios en origen que reciben los y las productoras, y que para multitud de productos agrarios apenas han subido en los últimos lustros. Todo ello a pesar del encarecimiento progresivo de los insumos (combustible, fertilizantes, productos fitosanitarios, etc.) de los que cada vez son más dependientes, siguiendo las lógicas de producción cada vez más intensivas que exigen unos mercados liberalizados y dirigidos por la competitividad (producir grandes volúmenes al menor coste posible).

Cualquier estrategia de transformación del sistema agroalimentario que se oriente a superar la altísima dependencia de los combustibles fósiles (elevada mecanización, abonos de síntesis, distancias de miles de kilómetros en su distribución…), así como el hecho de que sus aportes sean un 30% de los gases de efecto invernadero causantes del cambio climático, debe de contar con los agricultores como un actor privilegiado. No hay alternativa de producción sin productores, y uno de los principales problemas a los que asistimos es a la progresiva desaparición de miles de pequeñas y medianas explotaciones.

Estas pequeñas producciones diversificadas e integradas en el medio local son las que tienen mayor capacidad de articular el medio rural, al generar empleo y fijar población. Además reducen considerablemente los consumos de energía, agua, fitosanitarios… y favorecen el mantenimiento de los servicios de los ecosistemas, lo que supone un indudable e impagado efecto positivo.

Otro factor clave es el desamparo institucional ante la falta de ayudas públicas que fomenten este modelo de agricultura de pequeña escala dirigido al mercado local, premiando la producción y el empleo frente a la superficie cultivada como criterio de asignación que beneficia a los grandes propietarios de tierras.

Ante este panorama, la pérdida de empleos agrarios y el abandono de fincas son una constante: en el caso de España se han perdido más de millón y medio de empleos en el sector desde 1975; en la Unión Europea han desaparecido entre 2003 y 2009 un 20% de las explotaciones y un 25% de los empleos agrarios *.

Y es precisamente este final de ciclo el que puede posibilitar una más que necesaria dignificación material y simbólica de la actividad campesina, que se traduzca en unas rentas agrarias dignas, evitando que nuestro dinero termine en el bolsillo de las grandes distribuidoras. Mejoras que deben de acompañarse de medidas como el mantenimiento en los entornos rurales de los servicios públicos (escuela, transporte, sanidad…), o el imprescindible relevo generacional que garantice la continuidad de la actividad agraria.

Iniciativas sociopolíticas defendidas hace años desde los espacios de confluencia por un mundo rural vivo como Plataforma Rural o la Universidad Rural Paulo Freire, escoltadas de actividades artísticas que quieren cambiar los prejuicios sobre el mundo rural, como Campo Adentro que organiza muestras y exposiciones, además de posibilitar la residencia temporal de artistas en el medio rural para que desarrollen acciones de arte colaborativo. Dinámicas que deben ser apoyadas desde los entornos urbanos, sobre los que recae buena parte de la responsabilidad de organizar patrones de consumo alternativos que favorezcan al mundo rural, pues solamente desde esta alianza es posible avanzar hacia la soberanía alimentaria.

To eat or not To eat (Listado mercados Eco Rurales LAS SALINAS)

ECOMERCADO SALINAS

ECO agricultor Actualizado: 13 diciembre 2013
Dirección Parque de La Rana de Salinas, s/n
Localidad Salinas
Provincia ALICANTE

Mercado de productos ecológicos que se puso en marcha el 1 de septiembre de 2013 en Salinas (Alicante) con una periodicidad semanal –todos los domingos por la mañana- se inició con una veintena de puestos de agricultores, productores y comercializadores de las comarcas del alto y medio Vinalopó, principalmente.

Cuándo se celebra: Todos los domingos de 9:30 a 14:00 h.

To eat or not To eat- 20 mejoras sociales y medioambientales que conlleva el consumo ecológico y local

20 mejoras sociales y medioambientales que conlleva el consumo ecológico y local

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Existen muchos motivos por los cuales consumir ecológico y local, estos son algunos:

1. Consumir productos locales es beneficioso para la economía local. Un euro gastado en productos cercanos genera el doble para la  economía local.

2. Los productos locales son más frescos. Los productos transportados largas distancias pueden llegar a estar semanas en congeladores.  Sin embargo, al comprar local estamos obteniendo un alimento cosechado en el momento óptimo de maduración y poco antes de ser comprado, lo que significa que los alimentos tienen más nutrientes.

3. La comida local sabe mejor. Un producto recolectado ayer tiene mucho más sabor y propiedades nutricionales que uno recolectado hace semanas y que ha sido mantenido artificialmente en cámaras.

4. Tardan más en estropearse. Los productos recolectados tradicionalmente cerca de tu casa, son recién cosechados, tienen  menos productos para conservarlos y te duran más tiempo al ser recién cosechados.

5. Comer de esta forma reduce emisiones de gases contaminantes. El transporte de  los productos de lugares lejanos provocan  elevadas emisiones de CO2, contribuyendo al cambio climático, haciéndolo insostenible.

6. Comemos productos de temporada. Al consumir productos locales automáticamente comemos productos adaptados a cada temporada. Además los productos de temporada son más baratos. Es fácil olvidar que muchos productos no se pueden cultivar durante todo el año. Comprar directamente a los productores te pone en contacto con las estaciones del año aprendiendo a diferenciar cuándo es el mejor momento para consumir cada producto.

7. Apoyar el mercado de agricultores La compra en el mercado local de agricultores, aunque sea muy pequeña, ayuda a los agricultores locales y los pequeños productores a sobrevivir y prosperar.

8. Reducir el embalaje. Aprovechamos para reutlizar bolsas, cajas, llevar el carro de la compra, etc. para transportar nuestra compra y no malgastar bolsas plásticas o embalajes innecesarios, como pasa en las grandes superficies donde muchos productos frescos ya están embasados. Esto supone una gran diferencia.

9. Conoce de dónde vienen tus alimentos. Siempre es más reconfortante sentarte a comer sabiendo de dónde proceden los productos.  El agricultor te puede decir todo sobre el producto: los cultivos y las variedades que producen, prácticas empleadas, etc.

10. La comida local es variada. En muchas ocasiones son los pequeños agricultores los que mantienen vivas algunas variedades de frutas y hortalizas, y esto se debe también a la policultura que conlleva la agroecología. Además llevar una dieta variada es muy beneficioso y nos ayuda a mantener una buena salud.

11. Impides oligopolios. El 80 % de los productos que se distribuyen en España lo controlan 5 empresas las cuales hacen y deshacen en cuanto a precios finales y en cuánto se produce y cómo. Apoyar a los pequeños productores sirve para luchar contra este oligopolio y ejercer nuestro derecho a una soberanía alimentaria.

12. Comprando a los productores locales apoyas el desarrollo sostenible. Con ingresos, los agricultores permaneceran y  utilizarán las tierras para producir alimentos. Aprovechando las tierras y  comprando a proveedores locales que dan trabajo a otras familias. A medida que crecen se tendrá que emplear a más gente local. Ellos también van a comprar a proveedores locales y aumentar aún más el valor de su euro localmente gastado. En definitiva: ayudamos a preservar e incluso crear empleo sostenible en nuestro entorno.

13. Los mejores ingredientes y al mejor precio La compra directa ofrece una buena relación calidad-precio. Compras alimentos de calidad, producidos  con respeto y artesanalmente y a pequeña escala a un precio digno para el productor y justo para el consumidor.

14. Reducir los desperdicios – no sólo los tuyos, sino los del agricultor también. Por estética, una parte de los alimentos producidos para los supermercados se rechaza porque no tienen el tamaño, color o forma adecuados. Los productores locales ofrecen la mejor calidad, e incluirán formas grandes y pequeñas e irregulares, porque así es como la naturaleza hace las cosas.

15. Conservación del paisaje. La agricultura ecológica promueve la conservacion y respeto de las variedades autóctonas, lo que va contribuir muy positivamente en la creación y mantenimiento de paisajes variados y en equilibrio.

16. Ayudas a mantener la biodiversidad local. Los alimentos de carácter local tienden a desaparecer de la vista ya que los supermercados ordenan sus líneas de productos según sus intereses económicos, sin importar su impacto negativo a niveles cultural, medioambiental y de salud. Al consumir localmente podrás consumir productos o variedades  que normalmente no encontrarás en el supermercado, y así estarás ayudando a mantener la biodiversidad productiva de la zona, alimentándote mejor y fomentando la diversidad. ¡Ah! Y sin pagar las abusivas comisiones de los intermediarios.

17. Comprar directamente al productor es educar Si compras en el mercado del agricultor o en la propia finca, puedes hablar con el agricultor y preguntar sobre cómo el alimento se ha cultivado, propiedades, cómo cocinarlo, etc.  Para los niños puede ser emocionante ver cómo crecen los alimentos que comen, conocer su cliclo vital y su entorno. Recuperar los vínculos de los consumidores con la tierra y las personas que la cultivan.

18. Comprar la cantidad de alimentos que realmente necesitas.  En los supermercados se venden grandes cantidades y alimentos en embalajes que en ocasiones no se ajuntan a nuestras necesidades y finalmente acaban descansando en el fondo de una bolsa de basura. Este consumismo sin sentido que promueve un modelo insostenible, tanto ambiental como socialmente, es totalmente perjudicial para el bienestar del Planeta. Su solución es tan sencilla como llevar a cabo un consumo crítico, sostenible y racional, pensando las cantidades y productos realmente necesarios para nuestra vida cotidiana.

19. Los productos ecológicos y locales son más saludables para el consumidor y el medio ambiente, ya que no contienen aditivos químicos perjudiciales ni pesticidas, y suponen un importante ahorro en las emisiones de CO2.  Estaremos realizando un consumo responsable y sostenible, evitando el daño producido al medio ambiente por el transporte, el uso de fertilizantes, pesticidas, etc.

20. Conocer y valorar las variedades de fruta y verdura de cada zona favorece su gastronomía regional convirtiéndola en un activo cultural diferenciador y único.

Por todo ello, te animamos a que compres directamente a los agricultores ecológicos de tu zona,  en mercados locales, como también a través de Grupos de Consumo

To eat or not To eat – El uso de fertilizantes ecológicos gana terreno en los últimos años frente al de los químicos

Los comerciantes de abonos detectan un repunte por el aumento de cultivos en las comarcas alicantinas

Planta de fertilizantes.

Las cooperativas y empresas de la provincia dedicadas a la venta de fertilizantes señalan que las ventas en la sección de ecológicos se han incrementado a pasos agigantados y cifran la subida en un 15% de media anual en los últimos cinco años. Aseguran que las nuevas normativas de la CE, que limitan el uso de productos químicos, el repunte de la agricultura sin transgénicos y la conciencia medioambiental de los propios agricultores son los factores de este aumento, impensable, aseguran, hace unos años.
Los comerciantes del sector señalan que el uso de este tipo de fitosanitarios se están aplicando en cultivos y plantaciones no ecológicas, lo que ha llevado a las empresas a apostar por productos no dañinos con el medioambiente. De hecho, la industria fitosanitaria se ha propuesto conseguir que la UE reconozca la labor científica de las empresas de este sector y continuar trabajando por una agricultura sostenible en la que se compagine el uso de los plaguicidas con la producción agrícola.
Además, indican que el crecimiento de las superficies de suelo destinado al sector primario en la provincia, especialmente en lo que respecta a cultivos especializados, ha propiciado un aumento generalizado del uso de fertilizantes de todo tipo. En este sentido, aseguran que estamos ante una situación de vuelta al campo, tras la crisis económica, que beneficia a todas las industrias que viven directa e indirectamente del sector.
Por otra parte, los vendedores de abonos se muestran preocupados ante una subida de los precios en 2014, que se fijan en los mercados internacionales. Recalcan que sería otro grave varapalo para los agricultores a los que cada vez les cuesta más hacer frente a los altos costes de producción del campo. Actualmente, el gasto en fertilizantes representa alrededor del ocho por ciento de los consumos intermedios de las explotaciones agrícolas.